A través de su fecunda práctica, los galenos han hecho de su profesión un ejercicio de alta
calidad científica y humana.
La
Academia Dominicana de la Medicina Inc., reconoció a los distinguidos maestros
de la medicina, los doctores Héctor Mateo, Rubén Andújar, y Julio César
Castillo Vargas, como “Miembros honorarios”, por sus grandes esfuerzos en la
enseñanza y la investigación en ciencias médicas.
Este
acto, realizado en su sede, ubicada en la Casa de las Academias, contó con la
asistencia de los miembros del Colegio Médico Dominicano, presidentes de
sociedades especializadas, académicos y profesores universitarios.
La
doctora Togarma Rodríguez, presidenta de esta entidad, tuvo a su cargo el
discurso central, en el cual destacó que la trayectoria de los médicos reconocidos
es ejemplar y digna de emular por sus colegas dominicanos.
“Esta
noche, la Academia de Medicina está orgullosa de tomarle el juramento como
miembros de nuestra institución a los doctores Héctor Mateo, Rubén Andújar y
Julio César Castillo Vargas. A partir de hoy, ellos ostentan nuestra más alta
distinción, como un gesto de reconocimiento y exaltación a una larga y
sostenida labor desarrollada en beneficio de la enseñanza de la medicina
dominicana y la investigación, objetivos primordiales de esta docta casa”,
destacó.
Expresó
que ese selecto grupo de médicos dominicanos ha dedicado grandes esfuerzos a la
enseñanza de la medicina y la investigación en ciencias médicas; a la vez que
han enseñado con su ejemplo que sí es posible hacer un ejercicio médico de alta
calidad científica y humana.
Asimismo,
precisó que estos maestros de la medicina han dado muestra de una especial
capacidad para abordar a cada paciente con la mente y el corazón; y se han
revestido de alta sensibilidad para comprender las actitudes y los sentimientos
de los otros, de sentir con el sentir del otro, de mostrar compasión por el
otro.
“Eso
es humanizar nuestra práctica, porque debemos permitir que las emociones ocupen
un espacio entre el sonógrafo de última generación y el paciente. Dejar permear
el respeto a los derechos de los pacientes en cada acto médico, hasta llenar de
actitudes humanizantes todo el sistema, desde el funcionario que toma la
decisión de a quién nombrar, el que decide qué medicamentos, materiales o
insumos comprar, hasta el camillero que transporta al/la paciente, la chica que
cobra en la caja, la enfermera, la bioanalista, la conserje”, afirmó la
presidenta de la Academia de Medicina.
Agregó
que la responsabilidad ética del profesional de la salud hacia los usuarios y
usuarias, -llámese paciente, residente, enfermera-, ha de entenderse como un
actuar sin buscar los frutos de la acción; como una actitud de agradecimiento a
la vida, haciendo de nuestra profesión un proyecto de vida individual y
colectiva, un sentido de vida, un «por qué» y «para qué» que motiva y orientaba
nuestras vidas, tal como lo han hecho estos hombres que hoy reconocemos aquí.
Luego
de su discurso procedieron a entregarles un reconocimiento a estos
destacados médicos dominicanos.
Nuevos miembros
En
esta actividad, además fueron juramentados como nuevos miembros de la
Academia Dominicana de Medicina, los siguientes especialistas:
Iván
J. Silfa, miembro colaborado; Ligia Cardona Melo, Jhoanne Esther Muñoz
Muñoz, Adalberta Arjona, Alejandro Pichardo, Aldrián A. Almonte Delgado,
Ramelis Jiménez Roa, Bienvenido Antonio Veras Estévez, Luis Tomás Oviedo Peña,
Héctor Herrand Perdomo y Roberto Tulio Tejada Tío, miembros colaboradores.
Este importante acto finalizó con
un brindis en el patio español de la Casa de las Academias.
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