La banda
creó un ambiente distendido que agradó a su concurrencia
La agrupación jamaiquina, The Wailers, se presentó por primera vez en
Hard Rock Café Santo Domingo con un concierto a casa llena bajo la producción
de Conciertos y Eventos AGME y patrocino de Teleantillas, Claro y Brugal.
Los músicos subieron al escenario ante un público que lo vitoreaba a
las once de la noche y desde que los vio sobre el escenario gritaba con euforia
evidenciando el entusiasmo de ver a una de las bandas más emblemáticas de todos
los tiempos, por ser la primera del tercer mundo en alcanzar la gloria mundial.
Liderados por el bajista de Bob Marley, Aston “Family Man” Barret,
iniciaron un jammeo a modo de intro que marcó el compás de la noche y capturó
la atención total de la concurrencia.
El cantante Koolant inició su presentación con “Rastaman Vibration”,
seguida de “Lively up your Self” y “Is This Love”; con el cual la muchedumbre
descargó toda la energía que trajo al templo de la música, cantando a todo
pulmón y danzando a ritmo del roots reggae.
“Kinky
Reggae”, “Waiting In Vain”, “So Much Things – Guiltiness” y “I Shot The
Sheriff”, que también levantó los ánimos y sumó a una velada que desde el
principio pintó distendida, relajada y de armonía total.
“Get up,
Stand Up”, enarboló los ánimos de lucha y combate que Bob Marley,
revolucionario eterno, dejó plasmado en su legado y que en la noche del viernes
contagió al público que fue a ver el grupo que le acompañó en sus conciertos.
“Survival”
y “Jammin”, fueron interpretados con fluidez por una banda intensa que mantuvo
en movimiento constante al variado público, que sin dudas disfrutó al máximo la
velada.
Siguieron
temas como “One Drop”, “3 Lettle Birds” y con “One Love”, hicieron la
primera despedida, tradicional en todos los conciertos, y al salir del
escenario, el público no paró de gritar “Wailers”, “Wailers”, “Wailers”,
obligándolos a regresar con la canción “Redemption Song”, apoyados por una
algarabía ensordecedora.
Los
ánimos siguieron subiendo con “Could You be Loved”, “Stir it Up” y finalizó la
jornada con “Exodus-party”.
Se pudo
advertir una presencia variada de público que cubría todas las edades pues
varias familias completas fueron a presenciar el show de The Wailers,
incluyendo abuelos, padres y niños, lo que propicio un ambiente verdaderamente
agradable.
Igualmente se vio la mezcla de las distintas clases sociales que conforman la
sociedad dominicana donde la música de Bob Marley ha penetrado y permanecido
por generaciones, logrando el cometido de hermanar a las personas a pesar de
sus diferencias económicas e ideológicas.
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