Con esta obra Margarita Vicens en nombre de
todos sus conciudadanos rinde un merecido homenaje a la primera dominicana que
logró convertirse en estrella de cine en Hollywood, la eximia actriz
nacional María Montez.
En un acto llevado a cabo en el Salón de Eventos de Ágora Mall,
Margarita Vicens de Morales puso a circular la Edición Especial del Centenario
del Nacimiento de María Montez de la obra Maria Montez Su
Vida, constituyendo un fascinante recuerdo y digno reconocimiento de la
conmemoración del centenario del nacimiento de María Montez.
El libro, de portada dura, ampliado y actualizado, cuenta con una
significativa dotación de nuevas fotos, en adición a que consigna la
investigación que había realizado Margarita Vicens de Morales para la
publicación de esa obra, sobre la auténtica vida de la eximia actriz nacional
(con nuevos detalles). Esta investigación llevó a la Licda. Vicens a visitar con
tal propósito los lugares donde la Montez vivió y se destacó como
estrella de cine.
Margarita Vicens había iniciado sus investigaciones
sobre María Montez en 1976, las cuales fue dando a conocer a
través de una serie de artículos publicados a partir de esa fecha en la revista
Suplemento del Listín Diario y que culminó con la publicación de la
obra María Montez Su Vida en 1992 que lleva tres ediciones y hoy
arriba a la 4ta edición, contando esta última con el aval de la DG Cine, donde
se logra plasmar la auténtica vida de la eximia actriz nacional, cuya carrera
cinematográfica se considera una de las más triunfales, aceleradas y breves del
séptimo arte. Esto último debido a la trágica muerte de María Montez,
teniendo apenas 39 años, que tuvo lugar el 7 de Septiembre de 1951 en Paris,
desde entonces se ha convertido en uno de los mitos sagrados del legendario
Hollywood.
En Paris, en 1994, con la presencia del Viudo
de María Montez, Jean Pierre Aumont y de su única hija, Tina Aumont,
que entonces vivían se puso a circular la segunda edición de la
obra María Montez Su Vida de Margarita Vicens, con los auspicios
de la Unión Latina, una organización internacional. En esa ocasión se presentó
parte de la Colección Personal de Margarita Vicens de Morales de fotos, documentos
y afiches.
En la nueva edición se presentan, entre otras novedades, debidamente
ilustrados los homenajes de que ha sido
objeto María Montez desde 1942 al 2012, que incluyen,
naturalmente, los actos realizados con motivo de la conmemoración de su centenario
en el transcurso del año pasado.
La actividad contó con los auspicios de la administración de AGORA
MALL, y con el patrocinio de Sara
Hermann, curadora de Arte; Ivonne González, coordinadora de eventos Ágora Mall;
Silvia Rosales directora comercial Ágora Mall; Juan Pablo Polanco Cotorreal.
Escenografía, y talento musical Griselda Montas, en la Decoración y Servicios
de Cathering y un brindis de El Catador.
Con esta obra Margarita Vicens en nombre de todos sus conciudadanos
rinde un merecido homenaje a la primera dominicana que logró convertirse en
estrella de cine en Hollywood, la eximia actriz
nacional María Montez.
Sobre María Montez.-
En una época en que el cine a color, por
ser una emocionante realidad, asombra y deleita a los espectadores alrededor
del mundo una dominicana, María Montez, llega a Hollywood para
convertirse en una estrella de relieve internacional, que al ser reconocida
como la ‘Reina del Technicolor’, se perpetuaría para siempre como una de las
principales figuras cinematográficas en los años cuarenta. En igual
sentido, María Montez gozó del privilegio de ser considerada la
figura hispana más destacada en los años 40, conforme lo señala George Hadley
García en su obra Hispanic Hollywood de 1990.
María Montez, la primera y única
dominicana que ha logrado el estrellato en Hollywood, nace
como María África Gracia Vidal el 6 de junio de 1912 en Barahona,
donde asimismo vivió hasta que acepta la proposición de matrimonio de William
G. McFeeters, representante en dicha ciudad del “First National City Bank of
New York”, a la edad de 20 años en 1932. Luego de siete años de
matrimonio la pareja se divorcia amigablemente y en 1939 María Africa
llega con el nombre de Marie McFeeters a New York donde obtiene
un contrato con la “Universal Pictures” para luego viajar a Hollywood e iniciar
su carrera en 1940.
Por una serie de especiales razones los
años cuarenta son considerados una memorable etapa de la historia del cine. Es
entonces cuando el cine a color se consolida, asimismo fue una época caracterizada
por el esplendor, en la que existían las grandes divas poseedoras del tan
codiciado glamour. En el marco de dicha etapa la entonces joven artista tuvo la
extraordinaria oportunidad de llegar a convertirse en una de las estrellas más
admiradas de un género de cine que ofrecía aventura y fantasía lo cual brindaba
la posibilidad de escapar, aunque sólo fuera por unos momentos, de las
preocupaciones causadas por la guerra. Esta modalidad de cine se le denominó
con justa razón “Cine Escapista”.
María Montez además de ser poseedora de una exótica belleza, entre cuyos atributos se encontraba una tonalidad de piel “ligeramente dorada” que armonizaba muy bien con el Technicolor, era particularmente fotogénica.
María Montez además de ser poseedora de una exótica belleza, entre cuyos atributos se encontraba una tonalidad de piel “ligeramente dorada” que armonizaba muy bien con el Technicolor, era particularmente fotogénica.
Conforme a lo precedentemente señalado el estrellato
que logró María Montez fue, sin duda, un factor esencial para la
consolidación del Technicolor como técnica de producción de películas en los
años 40, lo que constituyó una de las razones para que se le concediera el
merecido título de Reina del Technicolor.
María Montez se consolida como
estrella de cine en Hollywood luego de protagonizar “Arabian Nights” del
director John Rawlins, 1942. Más adelante la estrella dominicana actúa en una
serie de películas del mismo tipo, entre las cuales la más conocida es “Ali
Baba and the Forty Thiefs” de Arthur Lubin, de 1944, y que culmina con la
película Sudan de 1945, también del director John Rawlins. Se destaca
igualmente en esa etapa de su carrera el film “Cobra Woman” (1944) del director
Robert Siodmak.
La exitosa trayectoria
de María Montez en Hollywood culmina con la película “Pirates of
Monterrey” (del director Alfred Werker) luego de la cual rompe su contrato con
la Universal y actúa junto a su segundo esposo Jean Pierre Aumont en la película
“The Siren of Atlantis” (blanco y negro, 1947), de United Artists (de los
directores Arthur Ripley y Gregg C. Tallas), después de este film, a causa de
su escultural figura, a María Montez se le empezó a conocer como
la Sirena de Hollywood.
Sin embargo antes de rescindir su contrato
con la Universal María Montez tiene la oportunidad de actuar
bajo la dirección de Max Ophuls, uno de los más famosos directores de todos los
tiempos, en la película “The Exile” (en técnica sepia, 1947).
Su exitosa carrera en Hollywood culmina aun
más favorablemente en Europa donde tienen lugar sus mejores actuaciones en las
películas “Portraitd’un Assassin” (Retrato de un Asesino) del director Bernard
Roland (1949) en donde trabajó con luminarias del cine francés entre ellos
Erich Von Stroheim, Arletty, Pierre Brasseur, Jules Berry, Marcel Dalio, entre
otros, y el film italiano “Il Ladro DiVenezia” (El ladrón de Venecia) del
director John Brahms (1950). En esta última película la eximia actriz nacional
logró más que en ninguna otra de sus películas una opinión merecidamente
favorable de la crítica de cine internacional. El director John Brahm admitió
haber complacido a María Montez en no doblarla cuando bailaba o
cantaba en el rodaje del film y además le concedió determinadas libertades en
los diálogos, lo que asombrosamente constituyó la clave del éxito de la cinta.
Hallándose en la plenitud de su vida y de
su carrera fallece trágicamente el siete de septiembre de 1951, convirtiéndose
desde entonces en toda una leyenda. Sin duda, la tenacidad y la fe en sí misma
fueron cualidades que marcaron la vida de María Montez y que así
mismo la llevaron a superar todos los obstáculos que la separaban de los sueños
que concibió desde la más tierna infancia, constituyendo esto último su más
apreciado legado.
Forman parte de su valioso legado una extensa filmografía compuesta por 26 películas, 21 estadounidenses y 5 europeas, así como la obra de teatro “L’Ille Heuresse” (La Isla Feliz) estrenada exitosamente en Paris y presentada en las principales capitales europeas. Sin embargo se ha reconocido como uno de los más valiosos legados de María Montez tras su desaparición física, el hecho de haber allanado el camino a muchas otras latinas para quienes su ejemplar trayectoria sería un ejemplo a seguir.
Forman parte de su valioso legado una extensa filmografía compuesta por 26 películas, 21 estadounidenses y 5 europeas, así como la obra de teatro “L’Ille Heuresse” (La Isla Feliz) estrenada exitosamente en Paris y presentada en las principales capitales europeas. Sin embargo se ha reconocido como uno de los más valiosos legados de María Montez tras su desaparición física, el hecho de haber allanado el camino a muchas otras latinas para quienes su ejemplar trayectoria sería un ejemplo a seguir.
Finalmente, tal como señala Arturo Rodríguez en el prólogo de la obra,
la labor de Margarita Vicens, es tan meritoria como notable y no terminará con
la última línea de lo escrito. No podrá cesar hasta que nuestro país cuente con
un museo dedicado a la actriz, donde nuestros compatriotas de hoy y de mañana
puedan soñar con aquella mujer bellísima y exótica, que sin embargo era tan
nuestra.
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