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domingo, 4 de agosto de 2013

Lanzamiento de Edición del Centenario del Libro María Montez su Vida

Con esta obra Margarita Vicens en nombre de todos sus conciudadanos rinde un merecido homenaje a la primera dominicana que logró convertirse en estrella de cine en Hollywood, la eximia actriz nacional María Montez.
En un acto llevado a cabo en el Salón de Eventos de Ágora Mall, Margarita Vicens de Morales puso a circular la Edición Especial del Centenario del Nacimiento de María Montez de la obra Maria Montez Su Vida, constituyendo un fascinante recuerdo y digno reconocimiento de la conmemoración del centenario del nacimiento de María Montez.
El libro, de portada dura, ampliado y actualizado, cuenta con una significativa dotación de nuevas fotos, en adición a que consigna la investigación que había realizado Margarita Vicens de Morales para la publicación de esa obra, sobre la auténtica vida de la eximia actriz nacional (con nuevos detalles). Esta investigación llevó a la Licda. Vicens a visitar con tal propósito los lugares donde la Montez vivió y se destacó como estrella de cine.

Margarita Vicens había iniciado sus investigaciones sobre María Montez en 1976, las cuales fue dando a conocer a través de una serie de artículos publicados a partir de esa fecha en la revista Suplemento del Listín Diario y que culminó con la publicación de la obra María Montez Su Vida en 1992 que lleva tres ediciones y hoy arriba a la 4ta edición, contando esta última con el aval de la DG Cine, donde se logra plasmar la auténtica vida de la eximia actriz nacional, cuya carrera cinematográfica se considera una de las más triunfales, aceleradas y breves del séptimo arte. Esto último debido a la trágica muerte de María Montez, teniendo apenas 39 años, que tuvo lugar el 7 de Septiembre de 1951 en Paris, desde entonces se ha convertido en uno de los mitos sagrados del legendario Hollywood.
En Paris, en 1994, con la presencia del Viudo de María Montez, Jean Pierre Aumont y de su única hija, Tina Aumont, que entonces vivían se puso a circular la segunda edición de la obra María Montez Su Vida de Margarita Vicens, con los auspicios de la Unión Latina, una organización internacional. En esa ocasión se presentó parte de la Colección Personal de Margarita Vicens de Morales de fotos, documentos y afiches.
En la nueva edición se presentan, entre otras novedades, debidamente ilustrados los homenajes de que ha sido objeto María Montez desde 1942 al 2012, que incluyen, naturalmente, los actos realizados con motivo de la conmemoración de su centenario en el transcurso del año pasado.
La actividad contó con los auspicios de la administración de AGORA MALL, y con el patrocinio de Sara Hermann, curadora de Arte; Ivonne González, coordinadora de eventos Ágora Mall; Silvia Rosales directora comercial Ágora Mall; Juan Pablo Polanco Cotorreal. Escenografía, y talento musical Griselda Montas, en la Decoración y Servicios de Cathering y un brindis de El Catador.
Con esta obra Margarita Vicens en nombre de todos sus conciudadanos rinde un merecido homenaje a la primera dominicana que logró convertirse en estrella de cine en Hollywood, la eximia actriz nacional María Montez.
Sobre María Montez.-
En una época en que el cine a color, por ser una emocionante realidad, asombra y deleita a los espectadores alrededor del mundo una dominicana, María Montez, llega a Hollywood para convertirse en una estrella de relieve internacional, que al ser reconocida como la ‘Reina del Technicolor’, se perpetuaría para siempre como una de las principales figuras cinematográficas en los años cuarenta. En igual sentido, María Montez gozó del privilegio de ser considerada la figura hispana más destacada en los años 40, conforme lo señala George Hadley García en su obra Hispanic Hollywood de 1990.
María Montez, la primera y única dominicana que ha logrado el estrellato en Hollywood, nace como María África Gracia Vidal el 6 de junio de 1912 en Barahona, donde asimismo vivió hasta que acepta la proposición de matrimonio de William G. McFeeters, representante en dicha ciudad del “First National City Bank of New York”,  a la edad de 20 años en 1932. Luego de siete años de matrimonio la pareja se divorcia amigablemente y en 1939 María Africa llega con  el nombre de Marie McFeeters a New York donde obtiene un contrato con la “Universal Pictures” para luego viajar a Hollywood e iniciar su carrera en 1940.
Por una serie de especiales razones los años cuarenta son considerados una memorable etapa de la historia del cine. Es entonces cuando el cine a color se consolida, asimismo fue una época caracterizada por el esplendor, en la que existían las grandes divas poseedoras del tan codiciado glamour. En el marco de dicha etapa la entonces joven artista tuvo la extraordinaria oportunidad de llegar a convertirse en una de las estrellas más admiradas de un género de cine que ofrecía aventura y fantasía lo cual brindaba la posibilidad de escapar, aunque sólo fuera por unos momentos, de las preocupaciones causadas por la guerra. Esta modalidad de cine se le denominó con justa razón “Cine Escapista”.
María Montez además de ser poseedora de una exótica belleza, entre cuyos atributos se encontraba una tonalidad de piel “ligeramente dorada” que armonizaba muy bien con el Technicolor, era particularmente fotogénica.
Conforme a lo precedentemente señalado el estrellato que logró María Montez fue, sin duda, un factor esencial para la consolidación del Technicolor como técnica de producción de películas en los años 40, lo que constituyó una de las razones para que se le concediera el merecido título de Reina del Technicolor.
María Montez se consolida como estrella de cine en Hollywood luego de protagonizar “Arabian Nights” del director John Rawlins, 1942. Más adelante la estrella dominicana actúa en una serie de películas del mismo tipo, entre las cuales la más conocida es “Ali Baba and the Forty Thiefs” de Arthur Lubin, de 1944, y que culmina con la película Sudan de 1945, también del director John Rawlins. Se destaca igualmente en esa etapa de su carrera el film “Cobra Woman” (1944) del director Robert Siodmak.
La exitosa trayectoria de María Montez en Hollywood culmina con la película “Pirates of Monterrey” (del director Alfred Werker) luego de la cual rompe su contrato con la Universal y actúa junto a su segundo esposo Jean Pierre Aumont en la película “The Siren of Atlantis” (blanco y negro, 1947), de United Artists (de los directores Arthur Ripley y Gregg C. Tallas), después de este film, a causa de su escultural figura, a María Montez se le empezó a conocer como la Sirena de Hollywood.
Sin embargo antes de rescindir su contrato con la Universal María Montez tiene la oportunidad de actuar bajo la dirección de Max Ophuls, uno de los más famosos directores de todos los tiempos, en la película  “The Exile” (en técnica sepia, 1947).
Su exitosa carrera en Hollywood culmina aun más favorablemente en Europa donde tienen lugar sus mejores actuaciones en las películas “Portraitd’un Assassin” (Retrato de un Asesino) del director Bernard Roland (1949) en donde trabajó con luminarias del cine francés entre ellos Erich Von Stroheim, Arletty, Pierre Brasseur, Jules Berry, Marcel Dalio, entre otros, y  el film italiano “Il Ladro DiVenezia” (El ladrón de Venecia) del director John Brahms (1950). En esta última película la eximia actriz nacional logró más que en ninguna otra de sus películas una opinión merecidamente favorable de la crítica de cine internacional. El director John Brahm admitió haber complacido a María Montez en no doblarla cuando bailaba o cantaba en el rodaje del film y además le concedió determinadas libertades en los diálogos, lo que asombrosamente constituyó la clave del éxito de la cinta.
Hallándose en la plenitud de su vida y de su carrera fallece trágicamente el siete de septiembre de 1951, convirtiéndose desde entonces en toda una leyenda. Sin duda, la tenacidad y la fe en sí misma fueron cualidades que marcaron la vida de María Montez y que así mismo la llevaron a superar todos los obstáculos que la separaban de los sueños que concibió desde la más tierna infancia, constituyendo esto último su más apreciado legado.
Forman parte de su valioso legado una extensa filmografía compuesta por 26 películas, 21 estadounidenses y 5 europeas, así como la  obra de teatro “L’Ille Heuresse” (La Isla Feliz) estrenada exitosamente en Paris y presentada en las principales capitales europeas. Sin embargo se ha reconocido como uno de los más valiosos legados de María Montez tras su desaparición física, el hecho de haber allanado el camino a muchas otras latinas para quienes su ejemplar trayectoria sería un ejemplo a seguir.

Finalmente, tal como señala Arturo Rodríguez en el prólogo de la obra, la labor de Margarita Vicens, es tan meritoria como notable y no terminará con la última línea de lo escrito. No podrá cesar hasta que nuestro país cuente con un museo dedicado a la actriz, donde nuestros compatriotas de hoy y de mañana puedan soñar con aquella mujer bellísima y exótica, que sin embargo era tan nuestra.

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