El director de animación francés
y ganador de varios premios internacionales habló sobre los valores universales
que predominan en cada una de sus películas.
Santo Domingo.- Michel Ocelot, destacado
escritor y director de cine a quien se le deben algunas de las más hermosas
películas francesas de animación, destacó la importancia del cine como
medio de trasmisión de valores, durante el encuentro “En Voz Alta”, que
desarrolla la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana (BIJRD).
La actividad estuvo encabezada por la directora de la BIJRD, Dulce
Elvira de los Santos, quien destacó los aportes del cineasta más refinado de la
animación en Francia, por lo que instó a los presentes a nutrirse con sus obras,
las cuales representan un verdadero arte y han ganado varios premios.
Ocelot quien desde pequeño mostró cierto interés por el cine compartió
su experiencia en el mundo del séptimo arte con decenas de estudiantes de
diferentes centros educativos y usuarios asiduos a la BIJRD, quienes tuvieron
la oportunidad de ver en el auditorio La Trinitaria una de sus películas
titulada “Dilili en París”, premiada con el César 2019 (el Oscar de los franceses) como
la mejor película de animación.
En la proyección, el director explica la divertida aventura de una niña
de seis años de edad de nombre Dilili quien llega de Nueva Caledonia a Francia,
y junto a un joven repartidor investigan una serie de misteriosos secuestros. Durante
el trascurso de la historia, ambos personajes se encuentran con otros quienes les ayudan a
resolver el caso.
Destacó que como recurso expresivo en el arte, la animación juega un
papel fundamental debido a que ofrece visualmente diferentes formas de
representar una realidad a través de múltiples recursos y técnicas que permiten
al espectador formarse en valores.
“Los chicos necesitan que uno les diga cosas que ellos no conocen. Eso
es lo que les interesa. Es lo que hago con cada una de mis películas, donde
muestro la realidad de diferentes situaciones, porque creo en la sinceridad,
esa que observamos precisamente en los niños”, afirmó.
Enfatizó que la animación tiene un poder particular que no tiene el cine
real debido a que en el mismo pueden fusionarse varias técnicas, desde el papel
recortado proveniente de la cultura asiática, el teatro, la poesía, animación
en volumen (stop motion), el dibujo, entre otras.
Ocelot, quien se encuentra de visita en el país, invitado por la embajada
francesa por motivo del Mes de la
Francofonía, contestó varias de las preguntas de los jóvenes que asistieron al
encuentro y realizó un recorrido por cada uno de los espacios de la BIJRD.
Sobre
Michel Ocelot
Michel Ocelot nació en 1943, en la Riviera francesa. Pasó
parte de su infancia en Guinea, África, donde sus padres eran maestros. Asistió
a la escuela pública y, durante años, fue el único niño blanco de su clase.
Cuando regresó a Francia estudió Bellas Artes y Artes Decorativas. Fue director
de la Asociación Internacional de Cine de Animación, entre 1994 y 2000.
Príncipes y princesas (2000), Kirikou y las bestias salvajes (2005), Azur y
Asmar (2006) y Los cuentos de la noche (2011) son algunos títulos de su
filmografía de animación, para niños y adultos. Es considerado el cineasta más
refinado de la animación en Francia.
Ganador de un premio BAFTA en 1979, y de un César en 1983,
recibió en 2011 el Prix Henri-Langlois Film d’animation et de l’image animée
por el conjunto de su obra. Presidió la Association Internationale du Film
d’Animation (ASIFA), desde 1994 hasta 2000.
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