Uno
de los momentos importantes para nosotros fue posar para la posteridad en la
escalinata principal como lo hacen los presidentes que nos visitan.
El pasado viernes 22 de marzo
fui invitada a un recorrido por los salones principales del Palacio
Presidencial por mi amiga y hermana Mirtha Bergés, quien junto a un grupo de
empresarios extranjeros, la colega y amiga Providencia Rossi y mi compañero
fotógrafo Mendy Cordero, disfrutamos de esta visita.
Aunque habíamos visitado el
Palacio a cubrir la fuente Palaciega, no es lo mismo visitarlo y escuchar al Edecán
Nicolás de Jesús López Amezquita hablar de la construcción del Palacio, de sus
ajuares y decoración.
Este joven nos recibió con una
agradable sonrisa y mucha amabilidad, quien nos guió primero al Salón del Consejo
donde nos hablo de la silla presidencial y del salón donde se reúne el
Presidente de la República licenciado Danilo Medina, con la Vicepresidenta
doctora Margarita Cedeño de Fernández y los ministros.
Luego pasamos al Salón de los
Embajadores donde el Presidente recibe las credenciales y visitas de los
embajadores de los diferentes países. Este salón está dotado de una decoración
ostentosa digno de recibir a estos dignatarios.
En Salón Las cariátides es
donde se hacen los grandes eventos en el Palacio como son el reconocimiento a
las mujeres con motivo al Día Internacional de la Mujer, entre otras grandes
actividades sociales.
Finalmente el Salón verde
donde se hacen reuniones privadas con visitantes especiales donde se pasan
momentos tranquilos y se escuchan los sonidos de un piano para disfrutar de
buena música.
Uno de los momentos
importantes para nosotros fue posar para la posteridad en la escalinata
principal como lo hacen los presidentes que nos visitan y las grandes figuras
nacionales e internacionales.
Finalmente caminamos por los
amplios pasillos del Palacio donde disfrutamos de cada espacio que pasábamos y
apreciamos las grandes lámparas y escultura griegas que posan en cada estructura
de esta gran edificación que no tiene nada que envidiarle al Palacio de los
Estados Unidos, dicho por unos de los visitantes Norteamericano, llegando
incluso a afirmar que este Palacio es mucho más “bonito” que el de ellos.