La
muerte del pequeño Julen finaliza toda
la esperanza de encontrarle con vida. Ahora corresponderá a la justicia,
determinar responsabilidades.
Enviado
Especial
Madrid.-
Julen, y su trágico final inenarrable, ha silenciado todo en España. Todos en
esta nación vieron sumido el corazón y la esperanza, en un pozo. España es hoy
una sola, una en un solo dolor.
La de Julen, un niño de dos años que cayó a un pozo de 70
metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro, abierto sin permiso
oficial, en una zona rural montañosa de Totalán, resume una tragedia sin
paralelo que ha acogotado la garganta emocional de España.
Para sus padres José Roselló y Victoria, era la segunda vez
que pasaban por el mismo trance. El pozo no fue notificado a las autoridades
municipales y se hizo en diciembre pasado. El chico jugaba en la zona montañosa
cuando cayo al hueco.
No era la primera vez que la tragedia tejía sus redes
grises en el hogar de los Roselló. En junio de 2017, el hermano mayor de Julen,
de tres años, moría súbitamente cuando disfrutaban de un día de playa, en una
muerte tan fatal como la de Julen.
Pero esta vez, el dolor, la angustia se extremaron ante la
muerte del quien ahora es el gran hijo ausente de España, Julen, y de quien
solo queda el triciclo de plástico verde y amarillo, que nunca más volverá a
servirle para recorrer su barrio de El Palo, en Málaga, una ciudad de 600 mil
habitantes emplazada en la sureña Costa
del Sol, reconocida por sus atractivos de playa y religiosos de cara al de turismo.
En esta ciudad nació el reconocido actor Antonio Banderas,
quien subió a sus redes sociales una sentida nota de acompañamiento a los
padres del menor.
Para España era un hecho sin precedentes, un operativo de
rescate que movilizo equipos pesados, cuerpos de rescate de elite, la
movilización de centenares de pobladores, y el estremecimiento de toda la
nación ibérica que finalmente
Su cuerpo sin vida del niño Julen Roselló, fue rescatado a
la 1:25 de la madrugada, tras 13 días de difícil descripción emocional de un
operativo que tomaron 300 horas de labor de rescate a cargo de 310 especialistas
y agentes de 37 agendas gubernamentales y municipales y que demandó la remoción
de 80 mil metros cúbicos de tierra y piedras, especialmente duras, 60 mini
voladuras controladas, y que atrajo la atención nacional, la cobertura de 70
periodistas de los medios televisivos nacionales, ingleses, norteamericanos y
franceses.
La vocería de las autoridades frente a los medios estuvo a
cargo de la Guardia Civil y las labores finales de extracción fue
responsabilidad del Cuerpo de Salvamento Minero de los Bomberos de Oviedo, ocho
hombres que ahora tienen el justo etiquetado de héroes, independientemente del
resultado final de su trabajo.
Hoy, Julen es el sinónimo de una tragedia que enmudece a
España y que tiene como aspecto positivo, la oleada de solidaridad comunitaria
que se desarrollo para con los padres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario