Los
cantantes católicos Esther Hernández, Celines Díaz, Evelyn Vásquez y Ambiorix
Padilla, ofrendaron su talento en el escenario, para llevar un mensaje de
paz.
Televida,
el canal católico de transmisión televisiva, presentó el primer festival de
arte católico, denominado “Sal y Luz”.
El
auditorio de la Casa San Pablo, fue el lugar donde se lució la actividad,
armonizada con manifestaciones artísticas, exhortaciones edificantes y
adoración divina, composición que logró llevar un mensaje constructivo a la
masiva concurrencia que se dio cita para la ocasión.
La
cantante Evelyn Vásquez, con la vivacidad que le caracteriza, impregnó al
auditorio de júbilo y danza, mientras estrenaba el escenario con su
presentación.
Así
mismo, el Ministerio de Teatro Efusión, dio muestra de su histrionismo, robando
risas a más de uno con sus pequeñas presentaciones de comedia teatral, aportando
un toque hilarante a la velada.
Por su
parte, Celinés Díaz, interpretó canciones cuyas letras bañadas de exaltación a
los valores cristianos y ovación celestial, adentraron a los feligreses
en un ambiente de oración y meditación.
El
festival contó con la presencia del Cardenal Nicolás De Jesús López Rodríguez,
Monseñor Víctor Masalles y a Fray José Maria Guerrero como invitados
especiales. Monseñor Masalles, obispo auxiliar de Santo Domingo, orientó a los
oyentes, acerca del llamado que tiene la humanidad a ser Luz y Sal del
mundo.
En la
exposición, Monseñor resaltó la trascendencia histórica, cultural y
religiosa que posee la sal como sustancia purificadora. “La sal, en correcta
dosis es el ingrediente esencial que cambiará a la sociedad” Expresó, la
presentó como elemento que simboliza la sabiduría, disposición de servicio y
amistad. Exhortó que a través de la misma, el mensaje de Jesús Cristo
conservará la autenticidad que le representa.
“Estamos
llamados a ser la luz del mundo. Con nuestro modo de vivir seremos reflejo de
la luz de Cristo” manifestó el Obispo para esbozar la importancia de “ser luz”
en la sociedad.
La
cantante Ester Hernández, entonó junto al público, melodía de glorificación al
Omnipotente y cada cuerda de la guitarra que sostenía en sus manos, fue
protagonista de tan maravillosa noche de gracia y devoción.
El padre
Fray José Maria Guerrero condujo el momento culmen de adoración. La reverencia
divina se manifestó en la loable postura de los allí presentes,
quienes con sus manos suspendidas, clamaban a Dios derramase bendiciones
sobre ellos.
Finalmente,
Alexis Padilla cerró el telón de la noche con su música y mientras
cantaba, pidió al público dejarse llenar del Espíritu Santo “desde los zapatos
hasta la camisa”.
El Festival
Católico Sal y Luz, en su primera edición, busca congregar a toda la
comunidad católica, en procura de instaurarse como un encuentro anual que haga
frente a la progresiva incidencia de valores negativos que a través del
entretenimiento recibe la familia dominicana.
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