“Festival de las Flores” consolida y dinamiza toda Jarabacoa

El objetivo de esta actividad es promocionar los atractivos culturales, turísticos y artísticos de este municipio.

Por María Mercedes

Fotos: Joaquin Hiraldo y Karin Johnson   

Jarabacoa, La Vega.- “La ciudad de la eterna primavera”, vivió tres días de contagiosa alegría. El pasado fin de semana, sus habitantes acogieron a cientos de visitantes que no dudaron en asistir a la novena versión del “Festival de las Flores”.

Vale destacar que el principal objetivo de esta iniciativa –que siempre se hace a final de la primavera-, es promover los atractivos turísticos y ecológicos de este municipio que pertenece a la provincia de La Vega.

El Departamento de Promoción Nacional del Ministerio de Turismo y su directora Milka Hernández, invitó a periodistas de diferentes medios a vivir la experiencia de esta actividad que año tras años gana más apoyo e interés social.

Durante ese sábado, se pudo comprobar que hubo un programa de actividades muy activo.  En el recinto, jóvenes y adultos no se resistieron a realizar Zipline. Los visitantes también apreciaron exhibiciones de artesanías, mercado de productos y servicios; y aprendieron más sobre el cuidado y mantenimiento de las orquídeas, con la charla ofrecida por el ingeniero Fausto Cruz. Quienes estuvieron en la jornada completa también pudieron asistir al homenaje póstumo que se le hizo a la artista Sonia Silvestre.

Algunos de los artesanos que estuvieron presentes fueron “Hiladores de la montaña”, que son un grupo de mujeres que trabajaban bordados en punto de cruz de una manera tan profesional que parecen obras de arte creadas con el más fino y delicado pincel. 

Otro artesano que se destacó fue Germán Peralta, quien desde hace varios años trabaja. Colgantes para plantas con gomas reusadas. Sus diseños en diferentes especies de aves maravillan por la forma y la pintura que hace con sus manos. Algunas de sus piezas también se pueden observar en las terrazas de las casas de esta comunidad.

También, estuvo presente Larimarte, proyecto que se caracteriza por hacer arte con piedras de mar adornadas con Larimar.

Desfile de carrozas

Este festival incluyó el desfile de carrozas con expresiones comunitarias, bandas de música y las cabalgatas con jinetes, el cual observamos desde la calle José Durán.

En el caso del Ministerio de Turismo, su carroza hizo honor al merengue, nuestra música que tiene el título de “Patrimonio Inmaterial de la humanidad”.

Esta gigantesca exposición fue creada por el proyecto “Aves del Paraíso”, que dirige la familia Cuevas, identificada como los primeros floricultores de flores y fresas de Jarabacoa.

Magnolia Abreu Cuevas dijo que Josefina Cuevas es diseñadora y desde hace nueve años, sus manos crean la carrosa de MITUR, que este 2018 tuvo más de 5 mil flores de diferentes colores, entre ellos los exóticos girasoles.

Superaron expectativas

Al pasar revista a esta iniciativa, Yolaine Marmolejos, encargada de relaciones públicas de la fundación del Festival de las Flores, afirmó que este año se superaron las ediciones anteriores tanto en participación de expositores como de visitantes, pues tuvieron  delegaciones de Colombia, Venezuela, Panamá, Italia y Estados Unidos.

Informó que “De Santo Domingo recibimos 70 autobuses repletos de personas que algunos vinieron por vez primera, pero otros ya conocían de la actividad”.

Ana Abreu, productora de café, macadamia, tayotas, fresas y café de la comunidad Junumucú, afirmó que el evento consolida al municipio como destino turístico, pero al mismo tiempo como productor no solo de flores, sino de otros renglones de la agricultura nacional.

Carlos José Sánchez, alcalde municipal, valoró el evento como altamente satisfactorio y que superó todas las expectativas.

Activó el municipio

Otro aspecto positivo del “Festival de las flores”, es que activa la economía. Los principales negocios restaurantes, hoteles, cafeterías y centros de diversión reportaron un incremento inusual de sus operaciones.

Asimismo, muchas personas aprovecharon para comprar las más diversas plantas y flores que empresas grandes –como Jardín Constanza-, y pequeños floricultores y representantes de viveros vendieron a precios asequibles.