Santo
Domingo.- La lluvia puede resultar
reconfortante, pero también incrementa la humedad en nuestros hogares, lo que,
más allá de ser una molestia estética, puede tener efectos serios sobre nuestra
salud.
De acuerdo con la Organización Mundial
de la Salud (OMS), los altos niveles de humedad en interiores favorecen el
crecimiento de moho, ácaros del polvo y bacterias, lo que puede aumentar el
riesgo de padecer enfermedades respiratorias.
El doctor Alejandro Cambiaso,
especialista en medicina familiar y presidente ejecutivo de Médico Express,
explica que el moho se libera en forma de esporas, que pueden desencadenar
alergias respiratorias como estornudos y congestión nasal.
El galeno, experto en prevención,
calidad y seguridad, advierte que la exposición prolongada puede causar
irritación en las vías respiratorias, ojos y piel, así como afectar el sistema
inmunológico.
Las personas con enfermedades
respiratorias crónicas, como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC), pueden ver un aumento en la frecuencia y gravedad de sus crisis.
Las
áreas del hogar más vulnerables
En el hogar, las zonas con mayor
tendencia a acumular humedad son aquellas con poca ventilación. Esto incluye
baños y cocinas, donde el vapor de agua es común, así como sótanos y áticos,
que suelen tener filtraciones de agua.
Las paredes con goteras o filtraciones
también son un foco de proliferación del moho, al igual que alfombras y muebles
tapizados, que pueden retener la humedad si no se secan adecuadamente.
¿Quiénes
son más vulnerables?
Ciertos grupos son más susceptibles a
los efectos de la humedad y el moho. "Los niños, los adultos mayores y las
personas con enfermedades respiratorias crónicas son más vulnerables a los
efectos adversos de la exposición al moho, especialmente si ya tienen problemas
respiratorios o alergias", refiere Cambiaso.
Además, personas con sistemas
inmunológicos comprometidos, como los pacientes con cáncer o VIH, también
corren un mayor riesgo de sufrir infecciones pulmonares graves debido al moho.
Síntomas
a tener en cuenta
Si bien los síntomas que se presentan
tras exponerse al moho pueden variar, algunos de los más comunes incluyen
congestión nasal, estornudos, tos persistente, irritación ocular y dificultad
para respirar.
Las personas con asma o enfermedades
pulmonares pueden experimentar un agravamiento de sus síntomas, mientras que
aquellos expuestos durante períodos prolongados pueden desarrollar fatiga y
dolores de cabeza.
Medidas preventivas
Cambiaso enfatiza que la prevención es
clave para evitar los problemas respiratorios y otras complicaciones asociadas
con la humedad. Según la OMS y la Agencia de Protección Ambiental (EPA),
existen varias medidas preventivas que se pueden tomar para reducir la humedad
y el moho en los hogares:
Controlar la humedad: Mantener la
humedad relativa por debajo del 50 % mediante deshumidificadores o aire
acondicionado. Es necesario desinfectar y limpiar los ductos de aires
acondicionados de forma periódica.
Ventilación adecuada: Abrir
ventanas y usar extractores en baños y cocinas para reducir la acumulación de
vapor.
Reparar filtraciones: Arreglar
goteras en techos y tuberías para evitar la acumulación de agua.
Limpieza regular: Desinfectar
superficies con vinagre, bicarbonato de sodio o productos antifúngicos.
Cambiaso destaca que, al detectar moho, es importante contar con el apoyo de
profesionales certificados en remediación de hongos.
Evitar acumulación de objetos húmedos: No
dejar toallas, ropa o alfombras mojadas por mucho tiempo.
Uso de purificadores de aire con
tecnología de filtración HEPA: Puede ayudar a reducir la concentración de
esporas de moho en el ambiente. De igual forma, es importante considerar el uso
de filtros de aire en los hogares o lugares de trabajo con la capacidad de
contener las esporas de hongos con una eficiencia MERV 8 o superior.
Evaluaciones
médicas preventivas
Además de gestionar el ambiente, es
clave realizar evaluaciones médicas periódicas con profesionales de la salud,
como médicos familiares, neumólogos y alergistas. Esto es fundamental para
detectar factores de riesgo y tratar posibles problemas antes de que se
agraven.
"La prevención es clave para evitar problemas respiratorios y otras complicaciones de salud relacionadas con la humedad y el moho. Las evaluaciones médicas preventivas pueden ayudar a ofrecer tratamientos oportunos y personalizados", concluye el galeno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario