La iglesia reitera su compromiso de trabajar por la paz y la reconciliación.
Santo
Domingo.- La Pastoral de la Mujer
de la Mesa de Diálogo y Representación Cristiana mostró su enérgico rechazo a
las recientes muertes de mujeres a manos de aquellos que una vez le juraron
cuidado y protección.
“Como
mujeres cristianas nos preocupa la gran cantidad de muertes por las cuales son
víctimas muchas mujeres en nuestro país, por lo cual alzamos nuestra voz ante
esta problemática que nos afecta, a la vez que hacemos un llamado urgente a la
sociedad para detener la violencia que sufren las mujeres, la cual está
destruyendo familias”.
Recuerdan a los cónyuges las palabras
contenidas en la Biblia: “Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a
la iglesia y se entregó por ella”, por lo cual nunca existirá justificación
para la violencia, el maltrato ni el asesinato. "Dios nos manda a vivir en
amor y respeto mutuo", expresa la nota firmada por la pastora Patricia
Fallas, coordinadora de la Pastoral de la Mujer que tiene su accionar en la
Mesa de Diálogo y Representación Cristiana.
Asimismo, instan a las autoridades a
que refuercen las políticas de protección para las mujeres en riesgo, pero
también es responsabilidad de cada hogar promover una educación basada en el
respeto mutuo y el amor. La impunidad y la indiferencia no pueden ser opciones.
La justicia debe prevalecer para que estos crímenes no queden sin
consecuencias.
Llamado
a la oración y acción
La Pastoral de la Mujer hace un
llamado urgente a toda la sociedad a la reflexión y la acción, como enseña la
Biblia en Génesis 1:27: “Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza;
hombre y mujer los creó”. Esta verdad nos recuerda que la violencia
contra una mujer u hombre es una afrenta contra el mismo Creador.
“Los
cristianos debemos ser luz en medio de la oscuridad; es momento de unirnos en
oración, pero también en acción. No podemos ser indiferentes ante el
sufrimiento de nuestras mujeres. "La violencia no viene de Dios y debemos
erradicarla con amor, educación y justicia”, añadió la pastora Fallas.
Las iglesias y comunidades cristianas
tenemos un papel fundamental en la prevención de la violencia. A través de la
educación en valores, el fortalecimiento de las familias y el acompañamiento
espiritual, podemos sembrar una cultura de respeto, amor y reconciliación,
concluye.
Las
estadísticas son alarmantes
Según informes recientes, en los
primeros tres meses de este año se han registrado más de 14 asesinatos de mujeres en el país, y entre los
mismos tenemos que el padre también les quita la vida a sus propios hijos y
luego se suicida, dejando un rastro de dolor y sufrimiento en las familias.
La iglesia reitera su compromiso de
trabajar por la paz y la reconciliación, promoviendo valores de respeto y
protección a la vida, especialmente de las mujeres que son víctimas de
violencia y sus hijos.
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