María Teresa y Teresa María recibieron
felices la llegada de un año más de vida. Las exsiamesas disfrutaron junto a su
madre, hermanos, familiares y amiguitos, la fiesta por cumplir sus seis años,
organizada por Margarita Cedeño.
La vicepresidenta de la República,
doctora Margarita Cedeño, dijo presente una vez más en la vida de las gemelas
María Teresa y Teresa María, al celebrar el pasado 8 de abril el sexto aniversario
de su natalicio.
María Teresa y Teresa María recibieron
felices la llegada de un año más de vida. Las ex siamesas disfrutaron junto a
su madre, hermanos, familiares y amiguitos, la fiesta por cumplir sus seis
años, organizada por la doctora Cedeño, en un centro de diversión infantil de
esta capital, donde repartió golosinas, bailó y compartió de manera amena con
todos los presentes.
De su lado, la madre de las niñas,
señora Lisandra Sanatis, manifestó su satisfacción y felicidad por compartir
con todos sus hijos en un día tan especial junto a Margarita Cedeño y su hija
Yolanda América, a quien definió como una luz que llegó a iluminar el camino de
su familia, especialmente el de las gemelas.
Se recuerda que Margarita Cedeño,
siendo primera dama de la República, tuvo una participación activa para que,
las entonces siamesas, fueran sometidas a una cirugía luego de un proceso de
tratamientos que incluyó la implantación de un balón que permitió completar el
proceso de expansión de tejido fino. El globo fue colocado debajo del lado
derecho del tórax y cada cierto tiempo se le introducía un líquido para
ampliarles gradualmente el tejido.
Las niñas viajaron junto a su madre y
una tía en agosto de 2011 al Children's Hospital de Virginia, Estados Unidos, y
el 8 de noviembre del mismo año fueron separadas por un equipo de 45 médicos, cuya
operación duró más de 24 horas.
En esa ocasión, Margarita Cedeño
compartió y esperó durante varias horas con la madre de las pequeñas, Lisandra Sanatis
y la tía Mary Sanatis, quienes en todo el proceso recibieron su apoyo y del
equipo de colaboradores de la entonces primera dama.
Las niñas estaban unidas por el tórax,
el abdomen y compartían el mismo hígado
y parte de su sistema gastrointestinal, razón por la cual María Teresa no
recibía la nutrición necesaria para crecer y desarrollarse. Hoy disfrutan sus
vidas de forma normal.
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