Los hombres y mujeres uniformados que contribuyen a mantener viva la razón de nuestra dominicanidad deben ser tratados con respeto en su etapa productiva
Por Mario Antonio Lara Valdez
La etapa más difícil para las personas
es tener que aceptar esa palabra agridulce de pasar como retirado, pensionado o
jubilado, todas asociadas a la tercera edad o a una eventualidad, pero esta
realidad es posiblemente más dramática en ese hombre o mujer uniformado
dignamente de militar porque inmediatamente la vida cambia radicalmente en
diferentes formas.
En los recorridos de acción cívica y
asistencia social que la Junta de Retiro y Fondo de Pensiones de las Fuerzas
Armadas (JRFPFFAA), realiza a nivel nacional, podemos observar cómo ese militar
mantiene esa disciplina, valores patrióticos y respeto institucional, algo que,
como dominicanos, no podemos dejar desaparecer en la presentes y futuras
generaciones.
Las instituciones tienen misión,
visión y valores, así como también principios, pero sobre todo encontramos en
los integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional estos valores
patrios, parte fundamental para mantener viva la razón de nuestra
dominicanidad, recordando siempre ese sable de Gregorio Luperón, así como ese
sonido patriótico del fusil del General Ramón Matías Mella, dándole sentido a
la bandera tricolor.
Llegando rápidamente a nuestra época actual en esta ocasión, mostraremos este ejemplo patriótico del General Pablo Roberto Jiménez Sánchez, presidente de la JRFPFFAA, quien antes de iniciar una misa de acción de gracias por inicio del nuevo año, se acercó a saludar de manera respetuosa y cariñosa a los retirados que asisten en búsqueda de orientación o diligencias en la Junta de Retiro y Fondo de Pensiones de las Fuerzas Armadas.
Los cargos deben asumirse de manera
consciente para instaurar una cultura laboral de raíces profundas como
observamos en nuestras visitas a esta institución dirigida actualmente por el
General Jiménez Sánchez, quien sigue las directrices de quien ocupó este cargo
y es actualmente Ministro de Defensa, el Teniente General Carlos Antonio
Fernández Onofre, ambos de sensibilidad humana demostrada.
Jiménez Sánchez escucha atentamente
cada solicitud, pero también los temas personales de los militares retirados,
quedándose en la memoria de este general para su ejecución inmediata y darle
seguimiento oportuno a cada solicitud de estos héroes de la patria, que
agradecen este gesto de escuchar de manera amable con ese propósito buscar
respuesta satisfactoria.
El general Jiménez Sánchez comprende que los ciudadanos honorables que entregaron sus vidas productivas al servicio de nuestras Fuerzas Armadas deben ser tratados de forma respetable, así como también elevar su autoestima en cada recorrido a las provincias o recibirlos en las instalaciones de la Junta de Retiro ubicada en el Ministerio de Defensa.
Cada vez que visitamos las
instalaciones de la Junta de Retiro y Fondo de Pensiones de las Fuerzas Armadas
podemos observar mensajes que responden a nuestros escritos como este
"Ustedes nos enseñaron lealtad y valor. Hoy, nuestro compromiso es con su
tranquilidad".
Este tipo de mensajes invitan a
reflexionar sobre ese compromiso que debe lograr quedarse impregnado en cada
uno de los militares en sus funciones porque están activos, pero en poco tiempo
o cuando corresponda tendrán que sentarse como ciudadano retirado que requiere
servicios y derechos, pero sobre todo empatía.
Los hombres y mujeres uniformados que
contribuyen a mantener viva la razón de nuestra dominicanidad deben ser
tratados con respeto en su etapa productiva como también ya en la etapa de
retiro porque es la reserva que momentos de crisis retomaran las armas para
defender la bandera tricolor.
El autor es directivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa SNTP y de la Sociedad Dominicana de Medios Digitales Sodomedi.
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