Los teatristas explicaron durante un panel en el Centro Cultural Banreservas, cómo mantuvieron las experiencias escénicas, a pesar de las restricciones por el Covid 19
Por
José Rafael Sosa
Santo Domingo.- Dos directoras y un director de teatro detallaron
cómo lograron mantener vivo el espíritu de la escena en el confinamiento
de las familias con motivo de la pandemia del Covid 19.
Durante un panel en el Centro
Cultural Banreservas, Viena González, Haffe Serulle y Margaret Sosa, moderados
por Robelitza Pérez, coincidieron en que el teatro, aun cuando tuvo que cerrar
sus espacios escénicos, mantuvo su magia y sus recursos expresados de
otras formas, hasta que volvieron a abrirse los telones.
Margaret Sosa,
directora del alternativo barrial Teatro Otoño, dijo que nunca dejaron de
hacer presentaciones porque apelan a la tecnología, que le permitió
realizar funciones mediante plataformas digitales.
“Como grupo
teatral nunca cerramos, nunca dejamos de trabajar teatro.
El teatro se
alimenta de la tecnología para subsistir en el tiempo. Nos planteamos ¿por qué
no usar la tecnología para hacer que el teatro subsista en tiempos de pandemia?
Gracias a la tecnología al recurso del streaming, mi grupo se
mantuvo trabajando”, afirmó la joven directora.
El dramaturgo,
novelista y director Haffe Serulle sostuvo que el arte es una herramienta
de sanación, vital en estos tiempos de pandemia.
Serulle reveló que
la del Covid no es la primera pandemia que afecta la vida humana y la expresión
artística,ninguna de las cuales ha puesto fin al teatro.
“Desde las plagas
bíblicas y la plaga de Justiniano, en la antigüedad, hasta nuestros días, son
muchas las pandemias que han socavado la base espiritual, social y económica de
la humanidad, y sin embargo hemos sobrevivido a todas. Recordemos que el siglo
XX fue azotado por numerosas y terribles pandemias y ya en el siglo XXI hemos
padecido por lo menos tres”, afirmó.
Y agregó: “Sería
desafortunado preguntarnos cuánto cuesta el arte, cuánto podría generar en
términos económicos, porque el arte no es una mercancía: el arte es
conocimiento y sabiduría proporciona deleite en los seres humanos, y esto es
incuantificable”.
Viena González
coincidió con el dramaturgo y crítico argentino Ricardo Dubatti, en el sentido de que el teatro necesita de la interacción con el público
para funcionar.
“Para mí la
tecnología ha sido vital para hacer encuentros o hasta para ensayar, pero no
para hacer teatro streaming. Cuando se permitió abrir las salas en diciembre y
luego de nuevo en febrero, nosotros fuimos la primera sala que abrió”, sostuvo
la cofundadora de Teatro Guloya.
Aclara González
que Guloya no rechaza el teatro grabado, por ejemplo, como un contenido
elaborado para un CERTV o un espacio televisivo.
“Lo que pasa es
que para que eso pase debe ser bien hecho, con el rigor y las condiciones
específicas que conlleva y nunca hacerlo de cualquier manera”.
Viene González
dijo que durante el confinamiento se apeló al intercambio virtual con el
público para reflexionar sobre el teatro y sus diferentes aspectos, en un
ejercicio llamado deconstrucción, en que se analiza con la gente la labor de
los diversos técnicos y artistas que montan una obra teatral.
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