La prestigiosa diseñadora desplegó en pasarela toda su
creatividad, presentando 28 llamativas piezas, que incluyeron piezas destacada
por su elegancia.
New
York, EE.UU.- Inspirada en las
degradaciones de los colores de las hojas maduras que caen de los árboles en el
otoño newyorkino, y decidida a trasladarlos a la refrescante primavera, la
destacada diseñadora dominicana Marisol Henríquez presentó su colección “Spring
in Fall”, durante la celebración del Couture Fashion Week New York 2019.
La diseñadora y sensualidad desplegó en pasarela toda
su creatividad, presentando 28 llamativas piezas, que incluyeron vestidos
llenos de elegancia, conjuntos de faldas y blusas cargados de líneas finas,
ejecutivas y juveniles, sin dejar de mencionar los vestidos de gala y un
impresionante vestido de novia color rojo, que dejó a todos boquiabiertos.
El tejemaní, sello distintivo de Henríquez, estuvo
presente en distintas piezas de la colección, lo que le añadió clase y estilo a
la propuesta, de manera especial a través de llamativos tocados que las modelos
lucieron con mucha distinción.
De igual forma, los toques de tejemaní adornaron
singulares piezas pintadas a mano, en diseños que moldeaban la figura femenina
a la perfección, y que evocaron la moda de los años 50.
Henríquez exhibió sus diseños a través de tejidos en
charmeur de seda, jepeau, seda, organza, brocados, tafeta de seda y diferentes
tipos estampados, en los que resaltó a la mujer a través de expresiones de
romance, seguridad y modernidad, logrando en conjunto una pasarela sin
desperdicios.
La colección incluyó coquetas piezas con bustiers,
elegantes conjuntos de chaquetas y faldas tipo tubo, cuellos velta, cintura
entallada, así como faldas fluidas, fruncidas y al sesgo, largas y a la
rodilla, que recibieron la atención y los aplausos del exclusivo público que
tuvo acceso al Couture Fashion Week New York 2019.
“Quise traer a la primavera la degradación de colores
de las hojas que vi caer en Central Park, cuando estaba de paseo. Los colores
del otoño son mágicos, impetuosos e imponentes, pero a la vez, perfectos para
imprimirle fuerza a la época en la que todo florece en el año”, expresó la
diseñadora, quien, concluido el desfile, tuvo que agotar toda una agenda de
entrevistas con diversos medios especializados de moda, que esperaron por ella
impacientes en el lobby del famoso 4W 43 Street Building del Downtown,
Manhattan, cuyos diversos salones sirvieron de escenario para los desfiles,
cocteles y exhibiciones de marca que caracterizan la Semana de la Moda en New
York.
La diseñadora complementó su propuesta con detalles
como pamelas, guantes, carteras, zapatos tipo salón y collares, que lograron
aumentar aún más los toques de romanticismo a los diseños.
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