Gracias
a la solidaridad de ComplicesRD, cientos de familias de las comunidades Aguas
Sabrosas, Palmarito, La Ciénaga y el Barrio Pavó, que fueron afectadas en Samaná
recibieron donaciones de alimentos, artículos de limpieza y ropa.
Por María Mercedes
Samaná, República Dominicana. Para
ese domingo no tenía un plan específico, sin embargo, un mensaje lo cambió
todo. ¡Vamos mañana para Samaná! Me dijo una buena amiga mientras esperábamos
el inicio de una función cinematográfica. “Nuestro objetivo es entregar la
ayuda que hemos recibido”, reiteró.
Ese
primer día de la semana me levanté igual de temprano que siempre, más aun con
la convicción de que ayudaría a muchas personas que han sido afectadas por los
huracanes Irma y María. Y esa ayuda no
solo tenía valor material; sino humano.
Con
la bendición de Dios, a la 9:53 de la mañana, Milka Hernández, de Mitur; Luis
Medina y Miguelina Santos estamos rumbo a esta provincia. Y en la avanzada iban
dos chicos del programa “Andariego” con las donaciones que serían distribuidas;
y que fueron recopiladas en la oficina de ADOTUR.
Para
llegar hasta esta provincia hubo que tomar el camino viejo, es decir, la
Autopista Duarte que conduce a San Francisco de Macorís, porque la Autopista
del Nordeste colapsó por las fuertes lluvias de los últimos días.
El
espíritu aventurero no podía faltar en esta historia, y es que esta es una
condición innata de los Complicesrd, y más aun cuando se trata de una acción
solidaria.
Hasta
cerca del mediodía, todo el trayecto transcurrió con suma normalidad hasta que
llegamos a Yabacoa, donde las inundaciones nos hicieron desviarnos del
camino, pero nunca de nuestro objetivo, el cual cumplimos recorriendo Castillo,
El Factor, en Nagua; así como lomas, ríos, caminos vecinales, puentes en
condiciones no imaginables. Además, tuvimos que devolvernos de un “peaje”
improvisado en el Bulevar Turístico del Atlántico porque no estábamos en la
lista…
Y
llegamos a Samaná…
Nada
de lo antes mencionado quebrantó nuestra misión solidaria. La primera parada
técnica en esta bella provincia fue en la “La Manzana Salto El Limón”, donde
almorzamos una deliciosa comida típica.
Un
amplio espacio de este lugar se convirtió en el centro de acopio. Allá, nos esperaba
Salvador Alcalá, Valerio Morel, director del COE de esta comunidad y otras
personas que se sumaron a la causa.
Los
donativos fueron distribuidos de manera equitativa en dos camionetas que nos
llevarían a las comunidades Aguas Sabrosas, Palmarito, La Ciénaga y el Barrio
Pavó, pues son estas las más vulnerables e impactadas por los fenómenos
atmosféricos que recién visitaron la isla.
El
recorrido fue impactante en varios aspectos. Ver que las comunidades están
organizadas; y aunque muchos perdieron sus pertenencias y los beneficios de la
energía eléctrica, pero no perdieron la fe de ayudarse y de estar mejor.
“Levantamos
campamento”
Mientras
los representantes del COE y sus ayudantes terminaban la logística para hacer
una distribución equitativa; Salvador Árcala, quien desde hace poco pertenece
al COE, dijo que antes de partir a entregar la ayuda, esa entidad hizo el
siguiente levantamiento: dos casas totalmente destruidas, 15 casas sin techo,
230 personas en refugios, Río Abajo incomunicado, conucos y daños
incalculables.
A
las 3:22 de la tarde, junto al equipo en el que se encontraba Miguelina Santos
recorrimos Aguas Sabrosas y Palmarito, y en ambos lugares la experiencia fue la
misma. Las personas son súper respetuosas; algunas nos esperaban fuera de sus
casas; otras nos invitaban a pasar para que viéramos la humildad de su hogares.
En
total orden, unas 200 familias fueron beneficiamos con la ayuda recaudada
gracias al mensaje motivador que escribió Milka Hernández; y que sensibilizó a
todos sus cómplices, familiares y personas allegadas.
Otro detalle a destacar, es que este recorrido
solidario también se convirtió en una oportunidad para compartir con los
habitantes de esta tierra, cuyos descendientes de cocolos, les dejaron la
herencia de comunicarse tanto en inglés.
Hacer feliz a quienes lo
necesitan…
En
esta historia se sumaron muchas personas que sensibilizados con la causa, no
dudaron en regalar su tiempo para hacer feliz a quienes lo necesitan. Estas
personas son: Amado Sella, director Regional Nordeste de Mitur; su esposa
Maykelin Jomalca y su hija Sofía Sella.
También,
José Manuel Medina (Neno); Angie Adrian Cronin; y muy especialmente las niñas
Saoirse, Fiadhna y Mealy, quienes en todo momento mostraron un entusiasmo que
solo era superado por la sonrisa que brindaban a las personas al momento de
entregarles la donación que consistía en comestible, productos de limpieza y
ropa para infantes y adultos.
Con
la satisfacción del deber cumplido, volvimos a recorrer los 220 kilómetros que
separan a la Península de Samaná de Santo Domingo. Y aunque parecía que nos
habían alargado el camino, sonreímos al ver paisajes que ya no son usuales en
nuestro recuerdo, porque desde 2008 recorremos los 120 kilómetros que Avenida
del Nordeste nos ofrece para llegar a esta provincia.
Para
nuestro deleite, la luna nueva en su fase visible nos acompañó en las casi seis
horas del trayecto; igual que la música tropical que coloca la emisora Canal
106.
¡Muy
importante! Esta crónica no puede terminar sin hacer constancia de que el
compromiso de “dar y amar hasta que nos duela permanece latente”… to be
continued.
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