lunes, 27 de febrero de 2017

La Bandera Dominicana Ondea en la Cima del Caribe

Por María Mercedes
Subir al Pico Duarte es una aventura que nos regala la oportunidad de renovar el amor por nuestra patria y sus recursos naturales.
Hoy lunes 27 de febrero, los dominicanos celebramos el 173 aniversario de nuestra independencia. Por eso,  no solo exhibimos nuestra ingenia tricolor; sino que con mucho más orgullo recordamos la valentía y la entrega de los patricios Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
Esta insignia que ondea con el mensaje “Dios, Patria y Libertad”, tiene un lugar del país donde se muestra con gran esplendor. Se trata del Pico Duarte, la cima más alta del Caribe insular.
Para conquistar esta cima, los aventureros tienen que atravesar los senderos de la Cordillera Central y de los parques nacionales José del Carmen Ramírez y José Armando Bermúdez, los cuales regalan los más singulares paisajes de montañas, por supuesto, con friito incluido.
Atraídos por la naturaleza y por la sorpresa de encontrar algo nuevo en cada paso, estas áreas protegidas reciben cada año a miles de aventureros interesados en alcanzar la cima del Pico Duarte. Otros más aventureros incluyen en esta ruta acampar en el valle Bao o El Tetero.
Esta excursión le regala a la vista hermosísimos paisajes, que se mezclan con el sonido del almendro y Pino Criollo. También, se observan árboles frutales (naranja agria, chinola, guineo, café), que la bondadosa naturaleza nos proporciona.
Sobre la fauna, un documento suministrado por el Ministerio de Medio Ambiente, certifica que en este suelo habitan la cotorra endémica de la Hispaniola, el cuatro ojos, la maroita, el carpintero, el cuervo, la cigua palmera –declarada ave nacional-, el papagayo, la perdiz, el guaraguao, la tórtola, jilguero, paloma turca, pericos, y otros. 
En esta inolvidable experiencia, los senderistas –sean amigos o se hayan conocido en la excusión-, viven un fin de semana retador, donde el amor, la tolerancia y la ayuda mutua  se ponen de manifiesto. 
Para quienes aman vivir esta experiencia de libertad; de sentir como el frío se cuela por la piel, esta es la aventura por excelencia; porque con suma frecuencia el trayecto trazado para la excursión está cubierto de niebla o por una llovizna fría que empapa todo el cuerpo.
Turismo religioso
Este hábitat es tan retador que pone a prueba la confianza y la entereza de los excursionistas. Aquí, la fe y el reconocimiento de la grandiosidad de Dios aumentan.
El sacerdote Candelario Mejía Brito, de la parroquia Espíritu Santo, de Villa Mella, subió en enero pasado y asegura que esta experiencia nos pone cara a cara con Dios. También, son unos días que las personas dedican para dar gracias, para hacer turismo interno con una significativa visión de conservación ambiental.
Manuel Peralta Ureña, es un guía veterano que ha escalado el Pico tantas veces, que perdió la cuenta, pero sí está seguro que todas representan un episodio que pone a prueba su capacidad física y mental. Según explicó es más popular subir en enero porque se registran menos lluvias y, a la vez, coincide con el natalicio de Juan Pablo Duarte.
Preservar las áreas
Para cumplir con esta misión de mantener la seguridad y preservar la integridad ecológica de estos ecosistemas de gran relevancia ecológica y belleza escénica; en la oficina local de administración del parque, ubicada en la comunidad La Ciénaga (municipio Jarabacoa, provincia La Vega), las visitantes reciben orientaciones de los guardaparques, quienes les informan que está prohibido arrojar basura, cortar árboles o sacar especies de su hábitat.
Estas instrucciones se dan con la finalidad de respetar la naturaleza y hacer cumplir las disposiciones de Medio Ambiente para que este espacio cumpla su función de esparcimiento espiritual, científico, educativo, recreativo y turismo de naturaleza; a la vez que aseguramos que más personas puedan ser testigos de que en esa zona hay diferentes climas en pocos kilómetros.
Además, este sistema montañoso resguarda numerosas cabeceras o nacimiento de ríos y arroyos de trascendental importancia para la producción agrícola y energética de la nación, además de ser un regulador de clima, como pulmón generador de aire y un ambiente sano para la isla.
También, por este motivo en la mochila de los viajeros solo se permite llevar meriendas que no afecten la naturaleza como avena, chocolate, maní que además mantienen la energía en el cuerpo.
Esto así, porque esta área protegida, se caracteriza por tener bajas temperaturas y un alto régimen de precipitación. Durante todo el año, la temperatura es fresca y depende de la altura, variando en tiempos normales entre los 12°C y 21°C. En las zonas altas puede quedar por debajo de 0°C en horas de la madrugada, hasta llegar en ocasiones a 8°C bajo cero.
Durante el invierno –época donde suben más peregrinos-, a la salida del sol, las escarchas suelen cubrir los pajones del suelo.
Para hacer menos difícil estas horas, el Ministerio de Medioambiente permite la construcción de infraestructuras para uso público y ecoturismo en las zonas y con las características específicas definidas por el plan de manejo.
Amor por nuestra insignia
En esta cima del Caribe, -cuya altura oscila entre 3,087 y 3,175 metros sobre el nivel del mar-, los excursionistas se fotografían en el busto de Duarte para dejar inmortalizado este memorable momento, que ahora –gracias a la tecnología-, comparten en sus redes sociales.
Vale destacar que la Bandera Nacional confeccionada por Concepción Bona y María Trinidad Sánchez, ondea victoriosa con la Biblia abierta en el Evangelio de Juan, Capítulo 8, Versículo 32, que dice “Conocerán la verdad y la verdad los hará libres”.
Además de las fotografías, en la mente de cada persona que sube a la cima del Pico Duarte representa un momento de euforia y satisfacción que pone de manifiesto los valores patrios.

En este momento, se hace presente el pensamiento de José Reyes, quien escribió el mensaje “Dominicana bandera, quien te viera, quien te viera, más arriba, mucho más”.
También, nuestros labios tararean el mensaje de la canción de Juan Luis Guerra “Dominicana fuerte y valiente, y por siempre bendecida ante Dios”.
Estadísticas
Según datos suministrados por el Ministerio de Medio Ambiente, en 2016, el Parque Armando Bermúdez registró la visita de 4,437 excursionistas (755 extranjeros).

Cada persona paga una cuota de RD$100. Según la administración del parque, la visitación reportó a los comunitarios RD$8, 731,750: por el servicio de guías RD$3,150, 550, y por alquiler de mulos para cargas y de sillas RD$5, 580,600.

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