La humillación más grande que se le puede hacer a un escritor, es dedicarle
una feria del libro en homenaje y luego cortarlo en seco con una bachata. Como
ven, la feria del libro en Nueva York, organizada por Carlos Sánchez y su
grupo, usan el dinero del pueblo para, en nombre de una feria del libro, echar
por el suelo a nuestros escritores de una forma inaceptable.
New York.- La poeta y escritora dominicana residente
en New York, Lourdes Batista, levanta la voz en contra de la organización de la
Feria Dominicana del Libro en New York, al denunciar la discriminación de que
son objeto los escritores de la diáspora dominicana, “lo más ausente en esta
feria son los libros de los escritores dominicanos más importantes residentes
en el exterior”.
“Es imperdonable que se abuse de nuestra
comunidad insertando bachateros en una feria del libro, los escritores de la
diáspora no están localizados únicamente en Nueva York, pero los que realizan
la feria del libro en Nueva York, marginan al resto de los escritores que
residen fuera de Nueva York y fuera de los Estados Unidos, es decir, adoptan
una actitud discriminatoria, excluyente, injusta y completamente absurda. Los
libros de los escritores de la diáspora no fueron adquiridos por el comisionado
para los fines de la feria del libro, lo cual dio lugar a que se realizara una
feria del libro sin los libros de los escritores más importantes de la
diáspora, como José Alejandro Peña, Aurora Arias, Claribel Díaz, Médar Serrata,
Eduardo Lantigua Pelegrin, Silvio Torres Saillant, Leonardo Nin, Doris Melo,
entre muchos otros”, enfatizó Batista.
Durante el acto de apertura el escritor
homenajeado Eugenio Cuevas empezó su discurso saludando a todos y especialmente
a su anciana madre quien viajó desde la ciudad de La Vega, RD (pagando su
propio vuelo) para ser parte de este homenaje a su hijo, mencionó a todos sus
hermanos y especialmente a su hermana Mary, quien lo enseñó a leer y a escribir
y la que le inculcó su vocación por la escritura, a su esposa e hija, mencionó
a los escritores, poetas y académicos dominicanos que han hecho un grandioso
trabajo en la isla de Puerto Rico, no terminó bien de mencionar a los colegas
dominicanos en la isla que están poniendo nuestro nombre en alto en ese país,
cuando ahí mismo empezó a sonar “La bilirrubina” de Juan Luis Guerra! Sentí
vergüenza ajena! La humillación más grande que se le puede hacer a un escritor,
es dedicarle una feria del libro en homenaje y luego cortarlo en seco con una
bachata. Como ven, la feria del libro en Nueva York, organizada por Carlos
Sánchez y su grupo, usan el dinero del pueblo para, en nombre de una feria del
libro, echar por el suelo a nuestros escritores de una forma inaceptable.
Las notas del glorioso y emotivo himno
nacional dominicano penetraron por mis oídos mientras caminaba por el Lobby del
Teatro United Palace el pasado viernes 25 de septiembre. Me detengo, espero que
termine nuestro himno y entonces ubico un asiento en la cuarta línea del
teatro, y miro hacia el rinconcito donde meten a los escritores de la diáspora,
como para que nadie se entere de que existen, pues el lugar preferencial
siempre lo ocupan los funcionarios del gobierno, los políticos y afiliados a la
burla llamada Feria dominicana del libro en Nueva York. El año pasado las
mujeres poetas de la diáspora tuvimos que desafiar al comisionado para poder
ocupar los asientos preferenciales porque son asientos que deben estar
destinados a escritores, no a funcionarios públicos ni a personas favoritas del
comisionado. Este año, como todos los años, los funcionarios se impusieron y
ocuparon los lugares preferenciales, como si ellos fueran escritores. Esta
pomposa feria del libro siempre empieza mal y termina peor. El acto de apertura
de la IX Feria del libro dominicano de NY, estuvo como siempre atiborrada de
discursos políticos cansones y estúpidos, el cónsul Eduardo Selman admitió que
no había “presupuesto” para que este evento súper especial fuera realizado
exitosamente, que él, personalmente, tuvo que actuar de intermediario con el
“humanitario” presidente Danilo Medina para sensibilizarlo al respecto de modo
que así pudiera aportar el dinero para la celebración de la misma, de lo
contrario, adiós feria.
El cónsul Eduardo Selman hizo el papel de
héroe de la cultura al estilo Chapulín Colorado. Convenciendo al presidente de
que esta comunidad dominicana en Nueva York se merecía tener esta feria del libro,
sin libros además. Parece a ellos no importarle el hecho de que la comunidad
dominicana en el exterior es la que aporta con sus remesas el 7% del PIB del
país. (Producto interno bruto) En el año 2013 según el Banco Central de la República
Dominicana entraron al país solo de Estados Unidos $4, 262.3 millones de
dólares. Todos los años el comisionado de cultura Carlos Sánchez tiene que
estar bregando con la incertidumbre de si hay dinero o no para darnos a
nosotros ese circo de Feria del libro. Ya se ve lo bien organizado que está
dicho comisionado, cada año improvisando una supuesta feria del libro siempre
con los mismos representantes del gobierno, como si no hubieran escritores más
representativos en la República Dominicana. Entre la gran cantidad de ilustres
personalidades, traen, como siempre, al Ministro de Cultura (guitarra o tambora
en mano) con todos los gastos pagos y una gran comitiva de su ministerio
también con todos los gastos pagos. Invierten el dinero del pueblo en un circo
de Feria del libro cuando ese dinero puede ser invertido en medicinas para los
pobres. Allí estuvieron (una vez más) los muy laureados “Premio Nacional de
Literatura” Tony Raful y Mateo Morrison, entre otros escritores que, según los
organizadores de la feria, son la crema de la crema de la literatura
dominicana.
Después de que todos los políticos habidos
y por haber hablaran todo lo que hablaron, que fue, como siempre, más de lo
impensable, se saludaran en el pódium unos a otros y hablaran toda la pamplina
que pudo pasarles por el cerebro dieron, finalmente la palabra al escritor
homenajeado (porque cada feria está siempre dedicada a un escritor o a alguien,
aunque no sea escritor). En este caso fue a Eugenio Cuevas, un prolífico poeta,
escritor, ensayista, académico de la Universidad de Puerto Rico quien, para
sorpresa de todos, dijo lo que dijo sin que le faltara garbo a su persona ni a
su palabra, pese a que el comisionado le hizo una payasada imperdonable. ¿Para
qué dedican una feria del libro a un escritor si es para burlarse públicamente
de él? ¿Cómo los escritores dominicanos permiten que los que gobiernan y
ejecutan ferias del libro en Nueva York se burlen tan despiadadamente de ellos
para luego reírse.
Eugenio Cuevas (escritor homenajeado o la
víctima homenajeada) fue el único de los que hablaron allí aquella noche, que
llevó su discurso escrito. Todos los demás improvisaron del mismo modo como
improvisaron dicha feria del libro, sabiendo nosotros lo que improvisar en un
evento significa. Eugenio Cuevas demostró ser un hombre humilde y valiente,
pues siguió leyendo su discurso sin importarle la falta de respeto del equipo
de producción del comisionado de cultura.
Es bien sabido que todo evento tiene un
tiempo limitado, y eso se hubiese solucionado con un acto mínimo de
comunicación, indicándole al escritor Eugenio Cuevas de que solo disponía de
dos minutos para su discurso. Pero ese desliz demuestra una vez más la
ineptitud que siempre ha primado en el equipo de producción y realización de la
apertura de la feria. Las lagunas o espacios en blancos durante la noche, que
se repitieron en más de dos ocasiones, en los cuales nos quedábamos mirando al
escenario sin nada más que hacer. Lo que denotó una pésima maestría de
ceremonias, porque siempre lo que prima es el partido, siempre usan a la misma
persona quien mete las patas, y lo único que pudo decir el susodicho y también
como ha dicho en cada ocasión el señor comisionado Carlos Sánchez, como
excusándose, “Señores esto es en vivo... ” Esa actitud irresponsable es una de
las características más visibles del inepto equipo que cobra sin trabajar en el
Comisionado Dominicano de Cultura en los Estados Unidos, pues tienen todo un
año para organizar una feria, y cada vez que llega el momento de la feria, lo
que nos traen es un circo lleno de monitos que no saben ni siquiera moderar un
evento. Allí hubo de todo, hasta Diablos Cojuelos y Roba La Gallina, pero
libros de los escritores dominicanos de la diáspora, ni uno. Al contrario del
United Palace el cual lucia repleto, la entrada y las aulas de la escuela
Gregorio Luperón lucían desoladas en el día de ayer. Me dijeron que el sábado
hubo un poco más de público, pero un público que no pasaba de más de 12 a 15
personas por salón de clases, indicativo de que esta feria fue una estafa
completa.
Asistimos a algunas actividades, dentro de
las mismas cabe destacar la presentación del libro “Mujeres “de Virtudes
Álvarez y allí se apersonaron muchos compañeros y amigos de Virtudes, Juan
Villar principal de la escuela Gregorio Luperón quien presentó a Virtudes trajo
sillas extras al salón de clases. Entre los escritores que vinieron invitados
por el comisionado, quizás el único de valía fue Odalis Pérez, quien según
opinión del escritor Esteban Torres escuchar su charla en la tarde de ayer fue
para él, y todo quien lo escucho un “orgasmo intelectual”. Como siempre, en
cada feria del libro dominicana en Nueva York, montada, valga la redundancia,
por el Comisionado de cultura, los grandes discriminados fueron (una vez más)
los escritores de la diáspora, estos no disfrutan de cenas VIP, ni almuerzos,
ni de dietas, para cubrir los gastos que conllevan participar en la feria.
Solamente disfrutan de las mieles los que están “pegao” con el señor Carlos
Sánchez, Comisionado de cultura en NY y su séquito. Cabe destacar que los
poetas y escritores de España también existen, y que los dominicanos en España
envían remesas para el país y los escritores de España y de otras comunidades
dominicanas importantes en cualquier parte del mundo deben ser incluidos y
creado un comisionado de cultura dominicano en el exterior.
Algunos aspectos positivos de la IX Feria
del libro dominicano de NY fueron el homenaje a Luis “Terror Díaz y a Sonia
Silvestre interpretados por los artistas de la diáspora Jankarlos Núñez e Ingrid
Pérez, el pabellón de cine que dirige la talentosa actriz Mariluz Acosta, en
este año le rindieron homenaje al actor dominicano destacado en Hollywood Teddy
Garcés y quien es hijo de la poeta de la diáspora Neoyorquina Yvelisse Fanith.
También muy valiosa fue la sección de cortometrajes realizados por mujeres y de
los cuales el mejor logrado fue el de la misma Mariluz Acosta. Otro aspecto
positivo fue que en la fiesta de apertura el teatro del comisionado recordó la
guerra de abril de 1965 y les rindió homenaje a las mujeres que heroicamente
participaron en esa guerra. Otro aspecto positivo en la feria fue que por fin
pusieron una caseta de información, a la entrada de la escuela Gregorio
Luperón, es decir que al llegar te entregaban una bolsa con el programa y para
meter los libros que comprarías.
Volviendo al escritor homenajeado, le
pregunté por sus libros y me dijo que le hicieron uno que era una recopilación
de sus poemas, le pregunte donde estaba y me dijo que no tenía, que quizás en
el estante del comisionado tenían, me vendieron uno que por casualidad quedó
escondido en una bolsa, pues los libros del escritor homenajeado lo traen en
alguna maleta de algún funcionario de cultura, si es que no lo olvidan. Yo
aspiro que el comisionado haya incluido en el presupuesto que le sometió el
cónsul Eduardo Selmán al muy “humanitario” presidente Danilo Medina, la suma de
15,000 USD para el escritor homenajeado como le sugerí en marzo de este año,
porque de ¿Qué le sirve una fastidiosa placa en la pared a un escritor? Si no
lo creen pregúntenle al escritor y poeta René Rodríguez Soriano quien les dejó
su flagrante placa en las manos y la misma todavía reposa en las oficinas del
comisionado. También aspiro que el comisionado de cultura le diga a la
comunidad dominicana, cuánto dinero recibió de nuestro “humanitario” presidente
y como se invirtió ese dinero, mostrando, claro está, pruebas detalladas con
recibos.
La Feria dominicana del libro en Nueva
York es un evento que debe reestructurarse, tomando en cuenta al momento de
realizar el programa de la misma, las opiniones de los escritores y gestores
culturales de la diáspora Neoyorquina y de otros estados, y tratar de que la
misma llegue a la mayor cantidad de las personas de la comunidad dominicana; o
de lo contrario descontinuarse ya que la misma es una feria manida para hacer
política los propios funcionarios. La Feria del libro dominicano en NY “No es
lo único que tenemos” como repiten como papagayos algunos escritores, pero si
es un evento e institución que le pertenece al pueblo dominicano y a los
escritores de la diáspora y como tal deberían de disfrutar del mismo, cabe
destacar que también tenemos algunas organizaciones no estatales que realizan
actividades en Pro de la cultura dominicana como lo son: Solo para locos Inc.
(Org., que presidimos) La Tertulia de Gladys Montolio, La Tertulia de Marisela
Martínez, y las distintas ferias del libro que se realizan en diferentes
estados de la Unión Americana, y además lo más importante nos tenemos a
nosotros mismos; que donde quiera que vamos llevamos nuestra cultura dominicana
en las maletas. El mismo Comisionado dominicano de cultura, como institución
del Estado dominicano, debe ser reorganizado contratando personal capacitado en
el trabajo literario y cultural y que no responda a los intereses políticos de
determinado partido o persona, ya que durante todo el tiempo que viene
funcionando, con una gran cantidad de empleados, casi en su totalidad ineptos,
(con escasas excepciones) no realiza actividades de gran valor.
Y recordarles a estos funcionarios de la
cultura que como dice nuestro poeta Pedro Mir “Hay un país en el mundo colocado
en el mismo trayecto del sol. Oriundo de la noche. Sencillamente triste y
oprimido. Sencillamente agreste y despoblado” Que espera más de ustedes!
Bien dicho, mejoro de ahí y se daña
ResponderBorrarEl Comisionado De Cultura De Republica Dominicana En New York city Esta Siendo Dirigido Por Un Corsario Llamado Carlos Sanchez Y Un Grupo De Filibusteros ... Resultados De Esa Aventura? Destruccion De Nuestros Valores Culturales.
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