Entre los
personajes que trajo a escena se citan a Toó Rosario, Eddy Herrera, Ricardo
Arjona, Leonardo Fabio, Carlos Batista Matos, Roberto Cavada y Enrique Iglesias.
Los humoristas Cuquín victoria, Juan Carlos
Pichardo JR. Carlos Sánchez y Liondy Ozoria hicieron de reír de buena gana al
público que los acompañó la noche del pasado sábado a presenciar el show de
humor “Risas para Papá” que protagonizaron en el anfiteatro Nuryn Sanlley de
las manos de la empresa Sugar Events.
“Risas para Papá” cumplió su cometido al
llenar las expectativas de un público integrado por adultos y jóvenes que
durante más de tres horas lo divirtieron con sus ocurrencias.
La propuesta arrancó con los cuatro en la
escena. Cada uno hizo su carta de presentación al contar sus chistes y
enlazarlos con una que otra broma entre ellos. El más aventajado del grupo, no
solo por los años en la escena, sino por sus condiciones histriónicas comandó
los primeros minutos y luego comenzó la rutina con Carlos Sánchez, Juan Carlos
Pichardo Jr. y Liondy Ozoria. Tras la presentación salieron de escena en medio
de un estruendoso aplauso.
Juan Carlos Pichardo Jr. fue el primero en
hacer su dinámica. Sus imitaciones y forma de enlazar a los personajes
conectaron de inmediato con el público.
Entre los personajes que trajo a escena se
citan a Toó Rosario, Eddy Herrera, Ricardo Arjona, Leonardo Fabio, Carlos
Batista Matos, Roberto Cavada y Enrique Iglesias. A cada uno le tocó lo suyo al
satirizarlo sin llegar al irrespeto, lo que fue celebrado por la concurrencia.
Entre sus chistes no faltó lo social y político. Pichardo estuvo acompañado de
un pianista que le tendía el puente musical para sus interpretaciones.
Al cumplir su jornada agradeció al público en
medio de los aplausos para dejarle el escenario al ventrílocuo Liondy Ozoria
(El papá de los muñecos). “Soy el más joven y aunque he actuado con mis
compañeros en otros escenario, me siento muy contento de poder estar en este
anfiteatro que lleva el nombre de Nuryn Sanlley, una artista que me dio la
oportunidad por primera vez de estar en un espectáculo”.
De inmediato comenzó su actuación e pidió la
presencia de un voluntario para que le ayudara con el primer segmento del show.
Arrancó y con la colaboración de un joven que lo asiste con los efectos
musicales, Ozoria desarrolló un papel extraordinario, pues “convirtió” en uno
de sus muñecos al joven que invitó y se llevó de inmediato la aprobación de los
asistentes.
Liondy Ozoria
no dio tregua y en esta ocasión mostró una apuesta distinta a lo que el público
conoce, pues hizo chistes sin los muñecos que le acompañan, aunque estos no
faltaron en su oferta.
El joven ventrílocuo dejó satisfecho a la
multitud y luego apareció Carlos Sánchez, uno de los nuevos humoristas que va
dejando su huella de manera positiva.
La rutina de Sánchez, como había avanzada era
una especie de “desquite”, pues adelantó que los padres merecían un show digno
para estar a la altura de la celebración del Día de las Madres. Entendía que la
de la noche era la perfecta.
Entrelazó sus vivencias con sus padres a
situaciones comunes, así como a una crítica a los acontecimientos que vive el
país. Sin perderse en el camino, Carlos Sánchez literalmente se metió al
público en un bolsillo. La aprobación de su participación no se hizo esperar
con el aplauso.
Mantuvo el vínculo con la multitud hasta su
despedida con la que dio paso al experimentado Cuquín Victoria.
La presencia de Victoria provocó la carcajada.
Menú en mano, comenzó a burlarse de la nueva forma que tienen los chef de denominar
a los platos que ofrecen en los restaurantes. Desde ese momento y hasta el
final no soltó al público.
Cuquín Victoria, ganador de El Gran Soberano
que le otorgó Acroarte por su trayectoria combinó talento y experiencia y salió
airoso de una entrega que al final volvió a reunirlos en la escena a todos para
despedirse de su público.
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