Invitado de
Honor de la Tertulia Mensual
La
tertulia “Café Literario” de Ágora Mall, tuvo como Invitado de Honor al
reconocido Artista, Pintor, Actor de Cine y de Teatro Ángel Haché (1943), quien
expuso sobre aspectos significativos de su larga y fructífera creación
artística de más de 50 años.
El Café Literario contó con el patrocinio de DOLCE ITALIA, y se realizó en su acogedor
ambiente, del exclusivo Ristorante, Pizzería y Gelateria, de El Jardín, y tuvo la coordinación de la
reconocida gestora cultural, editora, y empresaria Verónica Sención, y la
conducción de la escritora Ylonka Nacidit-Perdomo.
Participaron, además, como anfitrionas las ejecutivas de Ágora Mall Silvia Rosales,
Administradora, Kenia Bisonó, Directora de Mercadeo, Ivonne González
Coordinadora de Eventos y quienes
ofrecieron a los asistentes un brindis.
Verónica Sención, Coordinadora del Café al iniciar la
actividad ponderó las cualidades del
artista invitado a quien definió como un artista a tiempo completo, un artista
dedicado al cine, la pintura, el dibujo, las ilustraciones, el teatro, un
hombre de cultura viva que ha sido maestro para presente y futuras generaciones.
Algo importante en Ángel Haché es que se ha mantenido
como un artista de vanguardia y muestra de ello es lo que hace en el teatro y
en las artes plásticas, donde nos quedamos maravillados con sus últimas
exposiciones en La Quinta Dominica y en
la Sala principal de Bellas Artes.
Así con su sello artístico en las
ilustraciones de personajes de leyenda como María Montez. Frank. Sinatra,
Elizabeth Taylor y muchas otras figuras del cine universal.
En el cine y el
Teatro ha dejado su impronta y su
experiencia luego de haber estudiado
cine en España y dedicar parte de su vida a la enseñanza como profesor y
Director de la Escuela de Arte Dramático. El pasado año estuvo inmerso la
programación del Tercer Festival Nacional de Teatro. Ángel está casado con la gran artista Elsa Nuñez.
Ylonka Nacidit-Perdomo al ofrecer una breve nota
introductoria sobre Ángel Haché expresó: “Al hablar sobre Ángel Haché sólo
podemos recrear cuál pincel sobre una paleta que su vida es como su obra:
extraordinariamente maravillosa y luminosa. Él es un artista entregado al
equilibrio de las formas, y un prometedor, muy prometedor espectador de los
miles de significados que sugieren las cosas, haciendo que éstas trasciendan
como si se desorbitaron en un tablero de incógnitas. Él es una persona con la
cual se desea fraternizar, y la superioridad profunda de su don como creador
amerita que una cátedra de arte se honre con su nombre, y en la que se exprese
desde el inicio: que su sencillez lo
hace digno de los mayores elogios.
“Ángel sólo ama, y a diario se desplaza con una dramática
huida del inmediatismo. Él, de espíritu íntimo y respetuoso de su cautiva
realidad de ser un actor que no entiende
el furioso egoísmo de los otros, sólo se asigna el rol interpretativo de la
libertad y de la resistencia activa sin dejar de ser un fugitivo de los espejos
de la existencia donde se concentran las sorpresas, el subconsciente y el dolor
que bosquejan la niebla de la angustia. De ahí,
que si retorna al reposo del sueño, Ángel solo llevaría consigo como
equipaje a la amistad y el valor de lo humano como sus espectadores eternos.
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