Esta obra, que empieza con la llegada del teatro Vujé" a la ciudad "Silenshh", es protagonizada por niños y niñas especiales, quienes con su ternura e ingenio nos demuestran que no hay límites para alcanzar los sueños.
Por María Mercedes
Yo escuché sus sueños y me alegra contarles que son los mismos por los que cada día usted y yo salimos a la calle a conquistarlos.
Con esa firme decisión de gritarle al mundo que ellos y ellas puedan hacer realidad sus metas, por primera vez en el país, 23 infantes con condiciones especiales protagonizaron el musical “Escucha mi sueño”, el cual surgió como un proyecto de grado de sus directoras generales, María Esperanza Haché y Marcelle Berrido; quienes trabajan en el programa de estimulación artística para niños con necesidades especiales “Yo también puedo”.
Con esa firme decisión de gritarle al mundo que ellos y ellas puedan hacer realidad sus metas, por primera vez en el país, 23 infantes con condiciones especiales protagonizaron el musical “Escucha mi sueño”, el cual surgió como un proyecto de grado de sus directoras generales, María Esperanza Haché y Marcelle Berrido; quienes trabajan en el programa de estimulación artística para niños con necesidades especiales “Yo también puedo”.
Al definir la esencia de la obra, ambas coinciden en que esta historia cambiará vidas “y nos hará entender lo valioso que es ser escuchado y que los límites no tienen barreras cuando las cosas se hacen con fe, amor y dedicación”.
Para hacer vivo este mensaje, estos infantes que actuaron en compañía de la señora Silencio y el Circo Vujé, a través de la música, el baile y la actuación se la lucieron para hacernos sentir especiales e importantes. Por eso, aplaudirles en cada escena fue una experiencia gratificante.
Para hacer vivo este mensaje, estos infantes que actuaron en compañía de la señora Silencio y el Circo Vujé, a través de la música, el baile y la actuación se la lucieron para hacernos sentir especiales e importantes. Por eso, aplaudirles en cada escena fue una experiencia gratificante.
Y es que ciertamente, el equipo que actuó en esta obra de género musical desarrollada en teatro circense nos contagió con su efusiva alegría y con esa química efervescente -que como por arte de magia- se expandió por todo el auditorio.
No era para menos, porque ver en escena a infantes sordos mudos, en sillas de ruedas; bailando, cantando, haciendo chistes, hizo que los corazones presentes rieran y lloraran al mismo tiempo, pero de alegría.
Más aún al final, cuando muchos de ellos tomaron el micrófono y expresaron que aman a sus padres y que estaban muy felices de haber actuado en esta obra que le hizo alcanzar sus sueños.
También, me agrega hacer de su conocimiento que esta pieza teatral, cuyo libreto fue escrito por Laura Amelia Núñez tuvo tanta aceptación que el domingo pasado los organizadores abrieron una función extra en la sala Máximo Avilés Blonda, del Palacio de Bellas Artes.
No era para menos, porque ver en escena a infantes sordos mudos, en sillas de ruedas; bailando, cantando, haciendo chistes, hizo que los corazones presentes rieran y lloraran al mismo tiempo, pero de alegría.
Más aún al final, cuando muchos de ellos tomaron el micrófono y expresaron que aman a sus padres y que estaban muy felices de haber actuado en esta obra que le hizo alcanzar sus sueños.
También, me agrega hacer de su conocimiento que esta pieza teatral, cuyo libreto fue escrito por Laura Amelia Núñez tuvo tanta aceptación que el domingo pasado los organizadores abrieron una función extra en la sala Máximo Avilés Blonda, del Palacio de Bellas Artes.
Igual de importante es saber que el apoyo brindado por cada persona que asistió a las funciones será bien recompensado, porque los recursos obtenidos serán destinados a la Asociación Dominicana de Síndrome de Down (Adosid), Asociación Dominicana de Rehabilitación, Fundación Manos Unidas por el Autismo y Fundación Nido de Ángeles.
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