miércoles, 6 de julio de 2011

Los bosques, pulmones de nuestro hogar

Edición especial: Año Internacional de los Bosques



Por María Mercedes



En la pasada Feria del Libro Santo Domingo 2011, compré una obra titulada “La ecología comienza en casa”, de la autoría de Carmen Esteve, la cual tiene un capítulo basado en la naturaleza; siendo el primer punto de referencia los bosques.


El contenido que da vida a esta edición nos recuerda que para el hombre y la mujer, el bosque posee un valor incalculable. En su suelo se cultivan las plantas medicinales, los frutos silvestres, a la vez que nos ofrece madera de calidad y las mejores condiciones para la ganadería extensiva.
Pero, sin duda alguna, el gran valor de los bosques está en las funciones ambientales que cumple de manera natural; ya que evita la erosión del suelo y regula su humedad, impide que haya inundaciones de gran magnitud, protege los cultivos de los efectos del viento, regula la circulación de las aguas y es el hogar preferido de aves y diversas especies terrestres. Condiciones que los convierten en uno de los lugares preferidos de excursionistas y turistas.
Y es que esta relación de interdependencia entre los árboles, fauna y la vida humana es fundamental. Les explico el por qué: 1. Necesitamos oxígeno y producimos dióxido de carbono. 2. Los árboles y las especies vegetales consumen el dióxido de carbono y nos proporciona oxigeno. 3. En pocas palabras, la pérdida considerable de estos espacios naturales afecta directamente a los pulmones de nuestro planeta.
Ahora analizamos este comentario desde el punto de vista numérico: Un bosque talado o quemado tarda muchos años en recuperarse, por lo que constituye un recurso natural fácilmente agotable. Entre los años 1950 y 1980, la superficie mundial ocupada por los bosques disminuyó en un 25%.


La buena noticia de hoy y de todos los días, es que de nosotros y nosotras depende que los bosques sigan viviendo y regalándonos sus diversas atracciones para el disfrute de los turistas que aman pasar unas vacaciones en plena armonía con la naturaleza. Para eso, debemos:
-Reducir el consumo de papel virgen, utilizando el reciclado porque así evitamos el excesivo consumo de madera.
-Sembrar árboles autóctonos.
-Comprar artículos elaborados con madera blanda como el pino, que crece con rapidez.
-Consumir los productos cosechados de los bosques.
En nuestro país, una pequeña isla de 48.000 km2, se han identificado cinco zonas ecológicas o de vida: el monte espinoso subtropical, el bosque seco subtropical, el bosque húmedo subtropical, el bosque muy húmedo subtropical, y el bosque pluvial subtropical, los cuales se caracterizan porque tienen precipitaciones anuales que oscilan entre menos de 500 mm a 4,100 mm de lluvia.


Debido a la importancia que tienen los bosques en el organigrama del mundo, Turismo y Sociales decidió hacer un especial; el cual le presentaremos en una serie de reportajes que inicia con la Loma Quita Espuela, reportaje que será publicado en otra entrega de esta serie.
Así, de estos grandes latifundios también nacen nuestros alimentos y la esperanza de seguir disfrutando la belleza de sus paisajes.
Por eso, este año ha sido dedicado en su honor para hacernos participes de que conservar los bosques es una tarea imprescindible para la vida, y que nosotros los seres humanos somos los responsables de que estos grandes espacios de tierra sigan coexistiendo con todas las especies vivientes.

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